{ÁLBARO} –Por siempre pienso en tu mirada…Diana ¿Qué me cautiva tanto? Siento el pecho latir… no sé qué debo hacer, maltrecho está mi ser y el corazón… ¡Gitana!– {DIANA} –Tu corazón sintió mi amor… te sana por dentro, quiera yo sentir, te acecho y así hallarte sobre nuestro lecho vivir la vida feliz y lozana– {ÁLBARO} –Locura es… ¿Cómo amar puedo a la Luna? soy tan mortal y tu una bruja airosa. Pereceré por osadía alguna– {DIANA} –No temas Álbaro que muy deseosa te cuidaré del vil furor. Fortuna tendrás conmigo porque soy tu diosa– *-Álvaro está escrito a propósito con «B»
tu rostro amable como estrellas nada redibujando tu camino rojo por donde guardas besos y tus ojos tan pardos como aquella miel dorada las olas como briznas brincan cada instante en nuestro corazón de antojo acariciando mi piel con arrojo desde tu blanca sien, la trenza amada yo sueño a cada instante ser tu amado, poder dormir en nuestro lecho blanco, y en ti por siempre pienso enamorado yo me he jurado a mi de ser muy franco por la gran llama del amor deseado para entregar mi corazón que arranco
¡escucha voz del corazón amado! guardé un tesoro de cristal de roca, por dentro, por el alma que te toca tu rostro pálido, caprichoso hado. mi dedo roza sobre el monte albado, ardientemente te besé en la boca, la luna que nos escondió te evoca en nuestro lecho de amor ansiado. tu sideral mirada que exploraba tan seductora mis cabellos caoba, cristales líquidos que te brillaban. solo quería atrapar a la loba que esconde joyas que me vigilaban, resplandecientes brillan en la alcoba.
miel en la mirada de alba barbilla germina mechones que atan senderos de espinas de flora del gran arquero que en el soplo rubí clavó la astilla sembraré del amor una semilla para siempre cuidarla con esmero donde brotará este río primero de nuestras vidas plenas y sencillas lejos quedó el tiempo de deseos rojos, es el caminar del corazón bueno que es la verdad que hay dentro de los ojos paso a paso nos encontramos plenos y empezar a caminar con arrojo en la vida con un fluir tan sereno
Los dientes cortan el fuego con la mirada deslumbrante de una niña que deambula en las voces de la locura y el éxtasis. Por la mañana la roca se acostará para vivir en un paisaje perturbador construido con cartas y cuchillas de afeitar. Ese es el motivo de la sedición de las culebras que tiranizarán a los sapos en una tarde de verano y así disfrutar de un rayo violeta en un picnic de setas diabólicas. Las huellas dibujan la hojarasca con frenesí encontrando un mapa del bosque injurioso que canta a los lobos para cazar a los niños perdidos y engullirlos. Y así macerarlos en jugos gástricos. La pus brota de la roca al despertar para llenar de lodo azul turquesa donde saltarán unas margaritas acosadas por abejas. Su miel es mugrienta y la meriendan unos locos en un manicomio que juegan a las cartas apostando cuchillas de afeitar. De las heridas en los dedos brota fuego que estalla en la mirada y de su jugo regará un río que aparecerá ante una niña que duerme en un lecho de locura y éxtasis.
de tu iris brotan olas quebradizas, cayó una lágrima de fuego afable, estoy tan loco por probarlas ¡viajes! me llevarán hacia las estrellitas son piedras líquidas que en noches brillan, tu, marinera de un amor de tarde que partirá este corazón que late hacia tus mares de las perlas niñas la luna es tu velero donde guardas los sueños que cultivas para el mundo los que llovieron llamas tan heladas vapor de plata recubrió los muros por los desiertos de oro que cantaban en pétreos bosques de un amor futuro
añoros fuertes sentirás en pecho de un corazón de pluma y espada, marismas, rocas, libros, piedra arcana de arena líquida ¡guardá un secreto! nuestras miradas enredadas dentro. los cruces de ojos de frialdad quemada. y soledad… y descubrir… templada con huellas sobre arena, mar adentro. un viaje para descubrirte pronto dentro del alma descarriada nuestra que vaga día y noche en mares hondos. trayectos largos para que tu puedas. zapar tan rápido al fin del ponto. solo querer cazarte tu alma nueva.
donde guardabas la llama, tu me tenías atado con mil amarres de bruja en nuestro lecho hechizado. un dedo, garras, mordiscos, salta destellos, rasgados, sobre la piel impregnada filos sangrientos, quebrados tu me mirabas posesa solo seré inmolado sorbes la miel, con el vino atardeceres deseados mil acaricias de arpía lunas, estrellas y prados. labios en tu piel, te muerdo, siempre perverso, malvado sientes olores muy acres todos de cuerpos humanos ojos que brillan, recuerdos es el sentir depravado mil caracolas templadas pies en la arena, tus manos te sueño siempre en la luna cánticos abandonados mil lágrimas derramadas soy de tu piel un esclavo
arcanos dentro de tus ojos verdes tan solo para mi, por ti, deseada entre las sombras, un secreto en llamas, un beso, tu mirada, tiempos breves huellas en sueños de esmeralda ¿sientes? instantes pleno de tu magia blanca, tus manos, mis dedos te acariciaban brillante como nuestra luna oyente son los momentos que uno vive pleno entre tus dedos, tan intenso, fluyo, solo es verdad tu vida en mi recuerdo nuestros deseos, los sueños, tenme tuyo, la verde lágrima cayó en tu pelo y así nació este corazón desnudo
¿Por qué siempre escondo en mi recuerdo tu corazón vibrante? será porque tu caminas errante por hojas pardas que hay a ras del suelo un rayo tenue de lucerna danza adentro, siente tu alma por dentro, tras tus ojos que brillaban profundo, tierno. ¡Tu alma! tu beso debe aprovechar el tiempo la vida da mil frutos hallar amor hermano y verdadero debes tomar con fuerza sin dudarlo la juventud, se escapa hacia al futuro marchitará la flora marchitará deprisa, tu sonrisa golpeada por el tiempo tan solo observa como el árbol pierde hojas de primavera en este otoño ya su corteza se quebró en mil surcos no siempre dura la belleza ¡Mi alma! el tiempo borra las vivencias largas y sin remedio alguno recoge flores de este prado verde que un corazón propio para ti tiene
«Erase una vez una manada de monos cuyo monarca era un coloso y el cual irradiaba la fuerza de un titán. Gozaba de una nube maravillosa en la cual podía cabalgar por los cielos y alcanzar cualesquiera de los cuatro rincones del mundo. Y además atesoraba un cetro de hierro prodigioso que se alargaba todo lo que deseaba. Con estos prodigios los sometía a todos bajo su yugo, y se regodeaba de su fortuna y gloria. Entonces varios de ellos –los más débiles– llenos de cólera empezaron a ansiar su poder y soñaron que algún día podrían someter al resto de la manada. Se estiraban los cabellos escondidos entre la maleza y así conspiraban cada día. Querían ser como el soberano y no ser humillado ante todos. El maldito los sodomizaba a todo momento. Tantas vejaciones debían ser pagadas. El odio era tan intenso que estaban a punto de explotar. Entonces un día urdieron un contubernio mortal y definitivo. Consiguieron que se desprendiera una roca sobre su cráneo que estalló en mil pedazos y la sangre cubrió de rojo toda la hierva.
Una vez que lograron su plan, llegó el momento de hacerse con el poder. Para ello convencieron a toda la manada que sus cuerpos estaban mancillados por el maldito mono soberano y que solo conseguirían la redención no copulando con nadie más que con ellos, trabajar la tierra hasta quedar exhaustos y obedecer siempre. Les prometieron que un mono muy sabio nacería de una virgen y los llevaría a todos a una selva maravillosa que estaba encima de la montaña más alta del mundo. Allí nunca les faltaría de nada. Pero para conseguir su perdón debían reconocer que su cuerpo era sucio e impío, que su vida era miserable y pecadora, que sus pensamientos eran perversos y degenerados. Entonces pidieron perdón, se sometieron, trabajaron duro y obedecieron soñando que algún día aparecería ese mono y viajarían a esa selva donde serían libres para siempre jamás… Algunos dicen que lo encontraron y pudieron viajar, pero nadie volvió jamás de ese lugar para dar testimonio. Pero aun así siguen consiguiendo aún que no pierdan la esperanza, por ello siguen postrados ante sus nuevos amos.»
A ALEJANDRA PIZARNIK Tu eras como nosotros * unos se mataron con la heroína tu te mataste con la poesía
*–Nosotros hago referencia a la generación del Baby Boom o Generación–X cuyo imaginario era lo oscuro, lo autodestructivo,… como Sid Vicious o Kurt Cobain. Ella era de los nuestros.
Marina Me vuelve loco el mar de tus cabellos
navegaré en él con pasión marina
tras tu mirada de coral perdida
desciende lágrimas de dos veleros de plata luna que es tu casco nuevo
flota en la vía láctea sobre rimas
te fascinó la dulce voz que mimas
de una sirena de este mar bermejo siempre te dijo te amo mucho niña
misterios que roban pasión en remos
mi adoración sincera está escondida dentro de un rojo corazón de sueños
bello tesoro de caricias tibias
con muchos besos que son tus recuerdos
Tus piedrecillas turquesas quiero ver tus piedrecillas turquesas
para nadar tan adentro de tu alma
el respirar de tu boca salada
ha devorado los besos del alba
tus piedrecillas tus piedrecillas reposan encima
de muchas flores de azahar exquisitas
sienten las huellas de Cipris la bella
que caminaba en un mar de turquesas
tus piedrecillas son piedrecillas que amaban la luna
son piedrecillas de mar soñadora
son piedrecillas que besan ternura
son piedrecillas que son nebulosas
tus piedrecillas bello paisaje portuario en tus ojos
se derretía en un cielo azulado
como las piedras brillantes del rostro
que atesoraban tus íntimas manos
tus piedrecillas conchas marinas con mil estrellitas
en un gran mar de cobalto plagado
de mil cadenas tras olas perdidas
son las que quieren tenerle ligado
tus piedrecillas tu piedrecilla camina en la arena
de un bello mar en el cielo azulado
tu otra turquesa nadó en un estuario
despertará en el cantar de sirenas
tus piedrecillas guardan secretos ocultos en palmas
son corazones de voces de nácar
tienen amor por el mar de la tierra
palpan con gracia en cristales de yedra
tus piedrecillas miro a tus piedras turquesas que guardas
en tu mirada hechizada de luna
y es lo que veo sumergiéndose dentro
infinitud de espejismos perversos
tus piedrecillas quise ver tus piedrecillas turquesas
para nadar tan adentro del alma
y siempre amarlas
y siempre hallarlas
«Lágrimas» ¿tiende las lágrimas a confundirse
con bellas gotas de roja rociada
cuando mi sueño apenado paseaba
por los rincones ocultos en tristes
puentes de roca? ¿tiende las lágrimas a aniquilarse
cuando caen sobre el pecho quebrado
como ramitas de olivo dorado
para colmar de recuerdos en mares
que abandonaste? gotas de lágrimas tras dulce brisa
de los recuerdos de mi amada diosa
nunca jamás existió majestuosa
más que en imágenes muy escondidas
dentro del alma
Paseaba por azulejos de ácido que masticaban huellas tras el llanto de las nubes. Y perplejo estaba rodeado de bastiones de asfalto que señalaban la cima del mundo. La cúpula solar pintarrajeada de ámbar y lila crepuscular se derretía sobre los colores de los prismas de cemento y acero. Chillaban las trompetas urbanas de los caballos de hierro y mientras sus estómagos vomitaban arrullos venenosos. Almas intrépidas de difuntos y de lobos brincaban histéricas en una danza caótica de locos. La maldita urbe, la maldita primera, donde nos bendice con el vicio y la perversión. Ella te abraza. Te muerde y te desangra. La leviatán que engulle el tiempo. Eres súbdito y vástago al mismo tiempo. Madre de la historia, del crimen y de la política. Todos rendimos pleitesía al gran Dagón engullidor de almas y sus enjambres de almas perversas y enloquecidas.
Reposando sobre un lecho de mendigo, unos labios carmín exhalaban aroma de incienso vicioso de cajetilla. Una mirada profunda de esmeralda me perforaba quebrando la consciencia. «¿A caso te conozco?», los pensamientos huyen de mi garganta, y una réplica soplando nubes de cajetilla: «de siempre, llevo esperándote toda la vida». Ecos femeninos fluyen en luces crepusculares para contener un instante de voces mudas. El sexo acre se huele en la boca y en los ojos como una película mental que se extiende desde la ingle a cada rincón del cuerpo. Retozas en el delirio sobre cuerpos húmedos que graznan en el eco profundo. Es un pensamiento peligroso que emana lujuria ante un alma en pena. Un ser de la noche. Un ser maldito. Una nosferatu. ¿Acaso despierta los difuntos del pecado en el ocaso?¿Las almas viven en peligro? Pero el sexo es un veneno tóxico, una droga infernal o yunque que te encadena a la tierra. Pero dos gotas de agua fisgonas muerden con furia recto hacia mi cuerpo sin desviarse, y no me permiten escapar. Y todo apretujado a los muros rígidos de un instante.
Es un instante infinito que se extiende hacia una eternidad minúscula. Después nada será igual. Sus labios carmín húmedos de holocausto, de salmuera y viscosos. Elixir que es la vida y que emanó desde mi cuello…
Las gargantas de pólvora señalaban justo hacia una mirada tempestuosa y acuosa que rociaba las mejillas. Su aliento se precipitaba en la tierra exhalando terror, solo esclavo de fotogramas que se extendían desde el primer llanto vital hasta el último respiro. El tiempo se congelaba como una roca de cristal donde refractaba una hiperrealidad tan absoluta que perforaba un pecho que cabalgaba embravecido. Él devoró la vida con una absoluta hambre negra de la cual se agarraba como tornillos oxidados y abandonados al paso del tiempo. Pero entonces ocurrió, solo ocurrió así. Y pudo contemplar un resplandor y olor a infierno. Un instante absoluto. Un tiempo hiperbólico. Y la salvia ocre se deslizaba sobre sus mejillas. Entonces todo llegó a su fin… un himno perpetuo en honor de unos asesinos natos.